A forma de Bienvenida

"A lo mejor escribir no sea más que una de las formas de organizar la locura."
Isidoro Blaisten

martes, 20 de marzo de 2012

El lugar de la llamada "literatura infantil" en el marco de la literatura y los estudios literarios.

El lugar de la “llamada literatura infantil” en el marco de la literatura y los estudios literarios.
(Diálogo)
Personajes: Profesor, Profesor 2, Escritor.
Lugar de la acción: Afuera de un aula de preescolar después de un día de clases

Escritor: -¿Entonces parece se le complican las matemáticas profesor?
Profesor: -No tanto como a los demás niños señor, sin embargo se comporta un poco inquieto en el momento de la lectura.
Escritor: -¿Inquieto? ¿A qué se refiere?
Profesor: -Tal como lo dije; aunque su hijo sabe leer y escribir a esta edad, se nota desesperado al momento que les leo un cuento en clase; antes de, o en la hora de la siesta.
Escritor: -Eso parece sumamente grosero, por parte de él por tomar esa actitud, como por la suya al no dar su lugar a los cuentos, leyéndoselos a los niños para dormir. ¿Cómo espera entonces se les vuelva un hábito y un placer si usted lo utiliza como método para fastidiar hasta el grado de hacerlos dormir?
Profesor: -Eso no es fastidiar señor, todos, excepto uno de mis compañeros no hace esas actividades con sus alumnos; creen más fácil dejar empolvar la biblioteca que hay en sus aulas.
Escritor: -Aun así creo no tiene que hacerse eso que usted llama “leerles”. Entonces donde queda todo el esfuerzo realizado por Rabelais, Homero o Cortázar.
Profesor: -¿Disculpe?
Escritor: -Tal como escucho; dudo que se haya escrito Lucas sus sueños[1] precisamente para dormir niños.
Profesor: -Con todo el respeto señor, usted está equivocado si piensa que les leería a los niños esos libros; de los únicos que conozco es un poco a Cortázar, a Homero por la película donde por cierto hacen muy buena adaptación, a pesar de que no he leído la Ilíada; el otro como dijo. ¿Rabe qué?
Escritor: -Me parece aun más inaudito escuchar eso, entonces; ¿Qué le está inculcando a mi hijo? Y claro. ¿También a los niños de su salón?
Profesor: -Libros hechos y adaptados para ellos señor.
Escritor: -¡¿Adaptados?!
Profesor: -Claro señor, son obras que fueron transformadas para que los niños las entiendan de una forma más fácil.
Escritor: -Sé muy bien lo que significa la palabra adaptación, mi tono fue en admiración, rayando en indignación.
Profesor: -Le pido no haga parecer despectivo mi trabajo señor.
Escritor: -No debieron hacer eso, ni usted, ni los “adaptadores”; y para todo esto, se me ha olvidado preguntar qué obras les ha leído.
Profesor: -Romeo y Julieta es el primero que recuerdo, Edipo Rey también.
Escritor: -¿Puedo verlos?
Profesor: -Claro que sí, están a su lado izquierdo de la biblioteca.
(Llega a la repisa donde están los libros, hojea unos, agarra otros, al final vuelve donde está el maestro con un semblante entre disgustado y sorprendido.)
Escritor: -Esto es una grosería. ¿Cómo se atreven a ilustrar así? Me parece que Shakespeare nunca imaginó al primo de Julieta con orejas y cola de gato como lo ilustra David Rubín[2].
Profesor: -Estoy un poco de acuerdo con usted señor, pero si  me permitiera explicarle que…
Escritor: -Y también esta adaptación de María Luz Morales con las tragedias de Sófocles[3]
Profesor: -Déjeme terminar de hablar señor.
Escritor: -Edipo Rey acá lo maneja con demasiada unidad de acción, aparte que el teatro se basa en eso; exagera, además, éste “Edipo Rey” abarca hasta Edipo Colono y parte de Los Siete Contra Tebas, por cierto ésta ya pertenece a Esquilo. En éste otro, dejando a un lado las imágenes, en Romeo y Julieta, si vemos el guión de Ricardo Gómez altera el orden de la trama, por consiguiente no es una adaptación, sino una transformación.
Profesor: -Usted no deja de mostrarse despectivo, recuerde que toda paciencia tiene un límite.
¿Qué tiene de malo leerles eso? Como lo dije y repito; mi objetivo principal es hacer que un niño haga volar su imaginación, discúlpeme por una frase tan trillada; si es que comenzará a criticar todo lo que digo, pero regresemos a lo anterior; estas actividades mis compañeros no las hacen, entonces; ¿Cómo piensan que a un niño le interese la lectura? Lo que realizo es con el único fin que posteriormente debido al interés que espero les haya generado, tomen la obra original, otro libro y así sucesivamente. ¿Se le ocurre a usted otra forma para hacer que los niños lean?
Escritor: -Pero tampoco deben de modificar de esa forma la obra.
Profesor: -En eso concuerdo con usted señor; debe hacerse la trama lo más fiel a la versión original; pero tan siquiera usted se ha preguntado ¿Por qué hemos llegado a esto?
Escritor: -Antes de responder su pregunta quiero afirmar que me sostengo en base a la creencia que en la antigua Grecia a los niños se les inculcaba esas obras sin mayor problema que contarles un cuento; Ahora respecto a su pregunta tengo la más mínima idea, si fuera tan amable de darme luz.
Profesor: -Supongo un intelectual como usted da por hecho que todo se basa en el cumplimiento de las necesidades; esto ha sido a lo largo de la historia, no se desespere, estoy ahora abordando el tema; como le iba diciendo, sucedió por el problema que los padres no prestaban demasiada atención a sus hijos contrastando con el deber de educarlos y enseñarles acerca de la vida; se debió idear formas de acercar a los niños a los libros, es por eso que se juntaron editores, ilustradores, empresas editoriales; cada uno según intereses propios, para idear los libros para niños y la llamada literatura infantil; y sobre lo mencionado de los griegos, usted ha cometido un gran error, para hacer un análisis objetivo  debe usted ubicarse en su contexto histórico, puesto que ellos le entendían debido a que eran los hechos de su religión; es como si a usted y a los niños empezara a contarles la historia de Adán y Eva, sabrán quienes  son los personajes sin mayor problema y por cierto, ese es un gran punto, ya que también hay Biblia Infantil y Juvenil.
(Entra otro profesor mucho mayor que los dos personajes anteriores, por tanto con mayor experiencia y sabiduría, también con un mayor porte, ya que una edad avanzada se une más bien con los caracteres de lo bello y lo sublime[4].)
Profesor 2: Completamente de acuerdo con usted, perdonen la intromisión pero creí hasta ahora oportuno hacerlo; se les lograba escuchar desde mi salón; y ¿Cómo no opinar del tema si a los niños les he dedicado mi vida?
Estoy de acuerdo con usted señor, no debieron hacer esas adaptaciones de Sófocles y tampoco de Shakespeare; sin embargo, usted está dejando pasar un problema semejante al que usted reclama. ¿Ha leído a Homero, Sófocles o Esquilo en su idioma original? Supongo que no, y ese es un problema tan grave como el que atribuye a los adaptadores, puesto que cada lengua establece un recorte singular sobre la realidad. No hay equivalencias exactas. Toda traducción es simultáneamente traición y recreación[5]; el que no tenga pecado que lancé la primera piedra.[6]
Escritor: -No tengo más que decir sobre ese tema, sólo reconocer que usted tiene razón, pero no porque se deban leer así, uno no va a querer intentar leerlos, para saber de que tratan, puesto que  son el primer repertorio de las virtudes occidentales o características de nuestra civilización[7]; además, leer a los clásicos es mejor que no leer a los clásicos.[8]
Profesor 2: -¿Entonces leerlos es mejor que no hacerlo?
Escritor: Acabo de darme cuenta profesor que usted aplicó la mayéutica conmigo; touché. En vista de que sabe más acerca del tema, permítame preguntarle acerca de los hermanos Grimm, Perrault, Wilde; y porque no también de Saint-Exupery.
Profesor 2: -Opinare brevemente, primero porque lo complementaré con otros que usted no ha mencionado, segundo, no conozco a todos los que han contribuido al género. Hurliman opina que Perrault no sólo fue el primer autor de cuentos, sino el primero en importancia que reconoció la existencia de un mundo peculiar para niños.[9]
Además, no cabe duda, como lo dice Bettelheim y lo cita Goldin Todos los niños del mundo le deben algo, sus cuentos nos introdujeron en un Universo encantado[10]
Escritor: -¿Qué me dice de los cuentos de Wilde profesor?
Profesor 2: -A pesar de que los hizo para sus hijos, creo poco lúdico leerles El ruiseñor y la rosa; “El Amor es una cosa maravillosa; más precioso que las esmeraldas y más raro que los finos ópalos. Perlas y granadas no pueden comprarlo.”[11] Indudable belleza, pero cosas que los niños no les interesaran o no entenderían.
Opino no haber duda que Grimm y Andersen aparte de Perrault son los que fortalecieron los cimientos de la literatura infantil y también varias personas han estado ayudando, como usted lo mencionó, Saint-Exupery, con El Principito puede ser tomado como infantil, pero también por personas mayores tendrá distintos significados, creo eso digno de decir; las interpretaciones son principales en la literatura aunque también pienso eso explicaré más adelante si nos da tiempo; seguiré otro rato con los libros, hay otros que pueden ser leídos por niños, pero yo no recomendaría, ejemplo; Guillermo Prieto con el sueño de un Ángel[12] , tal vez en su época, pero ahora no, además, ese es el problema principal desde mi punto de vista, por lo cual los continuos debates de si existe o no la literatura infantil; debido a que la sociedad con el paso del tiempo le ha dado su lugar al infante.  Además señor, para concluir esto, porque ya es un poco tarde y tengo hambre, la literatura no es ninguna otra cosa más que aquello que una sociedad determinada trata como literatura: es decir, un conjunto de textos que los árbitros de la cultura-profesores, escritores, críticos, académicos- reconocen que pertenece a la literatura.[13]
Escritor: -Desde esa concepción me parece no hay más que discutir, completamente de acuerdo profesor; pero también no por eso debemos conformarnos con adaptaciones un tanto distorsionadas y creer que pueden hacer trabajos más fieles a las obras originales.
Por cierto; señores, debido a la plática no he puesto atención en otra cosa; ¿Alguno de ustedes ha visto a mi hijo?


[1] Cortázar Julio; Cuentos Completos /3, México 2011, Punto de Lectura,  Pág. 145.

[2] Rubín David; Gómez Gil Ricardo; Romeo y Julieta.
[3] Morales María Luz; Historias de Sófocles.
[4] Kant, Immanuel; De lo bello y lo sublime p. 21
[5] Goldin Daniel; La invención del niño, p.2
[6] Juan 8:7 Biblia Latinoamericana, p. 244.
[7] López Mills Tedi; Clásicos, p. 63.
[8] Ob. Cit. p. 57.
[9] La invención del niño p. 11
[10] Ob. Cit. p. 11
[11] Wilde Oscar;  El Ruiseñor y la Rosa, p. 317
[12] Prieto Guillermo; pp.381-386
[13] Perales Ortegón Laura Elena, García Pérez David; Literatura Moderna: Trazos y caminos; p. 4.


Bibliografía:

Laura Elena Perales Ortegón, David García Pérez; Literatura Moderna: Trazos y caminos; México, Cengage Learning, 2008. pp. 9

Tedi López Mills; Clásicos, Mar Adentro, 2009 pp. 7

Daniel Goldin; La invención del niño. Digresiones en torno a la historia de la literatura
infantil y la historia de la infancia, pp. 30.

Wilde Oscar; Obras Completas; El ruiseñor y la Rosa; España; 1975; Editorial Aguilar; pp. 1314.

Tedi López Mills; Clásicos, Mar Adentro, 2009 pp. 7

Kant Immanuel; Lo Bello y lo Sublime; Grupo Editorial Tomo; México; 2004; pp. 172.

Prieto Guillermo; Crónicas de teatro y variedades literarias; CONACULTA; 1994; pp.522

Cortázar, Julio; Cuentos Completos /3, México 2011, Punto de Lectura; pp. 427.

Rubín David; Gómez Gil Ricardo; Romeo y Julieta; Editorial Porrúa.

Morales María Luz; Historias de Sófocles; Editorial Porrúa, 2001, pp. 97

Biblia Latinoamericana. Editorial Verbo Divino, 1999, pp. 1964